Agujeros de bala en la humilde vivienda donde vivía la joven junto a su pequeña hija
Un lío de faldas desencadenó una tragedia en el municipio San Francisco. Tatiana Marrugo Alvarado, de 18 años, y su pequeña hija Aileth Tatiani Pino Marrugo, de seis meses, fueron alcanzadas por las balas que iban directo a un hombre apodado “Mocho”.
Este hecho, que conmociona a la humilde barriada Unión para el Progreso, en la parroquia Los Cortijos de San Francisco, ocurrió la tarde de este miércoles, cuando la joven, quien tenía dos meses de gestación, salía de la casa de una vecina y se disponía a entrar a su vivienda a buscar un dinero. Llevaba a su pequeña hija en brazos cuando fue alcanzada por las balas.
Amilcar Pino, esposo y padre de las víctimas, señaló que varios sujetos a bordo de un Mitsubishi Signo, color gris plomo, comenzaron a disparar a diestra y siniestra contra un sujeto apodado “Mocho”, quien un día antes había recibido amenazas.
“’Mocho’ tenía una ‘culebra’ y había sido amenazado. El pasado martes hubo una pelea de mujeres y él intervino para separarlas. Un tipo se le abalanzó y le dio un golpe, y éste se lo devolvió. Desde ese momento lo amenazaron y ayer vinieron por él”, resaltó Pinto.
La joven se encontraba en casa de su amiga Sikiú, a quien fue a convidar para jugar bingo. “Todas las tardes nos sentábamos a jugar. Ella había contado los chipes e iba a su casa a buscar el dinero, cuando de repente se escucharon los tiros”, destacó Sikiú.
La joven recibió tres tiros por la espalda que salieron por su intercostal derecho. Los sujetos le hicieron cinco tiros, tres los recibió ella, uno le rozó a la pequeña de seis meses y el quinto pegó en la pared de su vivienda.
Minutos después del hecho se hicieron presentes funcionarios de la Policía Municipal de San Francisco (Polisur), quienes les prestaron los primeros auxilios a Tatiana y la llevaron rápidamente al hospital Dr. Manuel Noriega Trigo, pero murió en el camino.
Sueños truncados
Tatiana llegó a Venezuela procedente de Fundación, en Magdalena, Colombia hace unos cuatro años. Ella tenía muchos sueños, y uno de ellos era salir adelante. Desde hace unos tres años se casó con Amilcar y procrearon una hija.
Sin embargo, la felicidad reinaba en su hogar. Hace dos meses le dijeron que estaba nuevamente embarazada y ella estaba muy ilusionada por la noticia.
Aunque las condiciones de vida no eran las mejores, ella y su esposo trabajan fuertemente para darle todo a su hija, pero una ráfaga de tiros truncó todo.
Familiares, vecinos y amigos se apostaron desde tempranas horas en la vía principal del Soler, para colectar dinero y darle cristiana sepultura a Tatiana. Los jóvenes solicitaban ayuda a los vehículos que por ahí transitaban.
La joven será velada en su humilde vivienda.
Familiares y vecinos piden justicia a las autoridades
Fotos: David Moreno
Noticia al Día