Afectos al partido UNT en el instante que se les informó de la dentención de Manuel Rosales en “La Chinita”. Foto: Valeria Landazabal
Comenzando la tarde de este jueves en la calle 72 con avenida 13 de Maracaibo, se levantaba imponente una tarima de tres pisos escalonados, un aparataje de última tecnología, pantallas de enormes dimensiones, sonido como para darle vida a una feria y un despliegue organizacional de alta precisión, todo para la llegada del exgobernador del Zulia y líder opositor del partido UNT, Manuel Rosales, a tierra zuliana luego de pasar seis años fuera del país, unos dicen escapando de la justicia y otros mencionan que protegiéndose de la persecución política.
Pasaron ocho días desde que Rosales anunciara, en la misma calle, a cientos de sus seguidores y bajo un torrencial aguacero que el 15 de octubre regresaría a Venezuela a dar la cara a las autoridades.
Desde entonces toda la ciudad comentaba lo dicho por el exgobernador a través de un mensaje vía Skype.
Muchos creyeron, otros muchos no le dieron gran importancia y prefirieron dejar en sus pensamientos el dicho que cita: ‘Ver para creer’.
Concentración a las 3.30 de la tarde. Foto: Valeria Landazabal
No obstante, llegado el día anunciado, y acercándose las 2.00 de la tarde, cientos de personas afectos del partido opositor comenzaron a llegar al lugar donde se había colocado aquella gran plataforma.
Poco a poco la calle 72 de Maracaibo comenzó a llenarse desde la altura de la avenida 13.
Fuegos artificiales sonaban en el cielo y grupos musicales en la tarima. La gente estaba preparada para ver a Rosales, ya eran las 3.30 de la tarde y el sol calentaba con toda intensidad sobre la cabezas de los presentes.
A un lado de las barandas hubo más de 10 desmayados sofocados por el calor y la falta de oxígeno, madres con niños en brazos, mujeres embarazadas, ancianos, todos con las ganas de ver si verdaderamente el exgobernador llegaría.
A un lado de las barandas más de 10 desmayados, sofocados por el calor y la falta de oxígeno. Fotos: Valeria Landazabal
El sudor, el calor y la falta de oxígeno no serían suficientes para hacer que las personas desistieran de esperar.
Se hicieron las 5:00 y nadie en el sitio sabía algo de Rosales, comenzaron los rumores: “Ese no viene nada, seguro lo regresan”. Más adelante, otro comentaba: “Yo creo que no lo van a dejar venir, allá en el aeropuerto La Chinita hay muchos policías”.
En el área preparada para los periodistas, organizadores y dirigentes, se comenzó a observar un escenario diferente al de hacía unos momentos, miembros del partido lucían inquietos, hablaban en pequeños grupos y atendían muchas llamadas telefónicas.
Al parecer algo sucedía…
Ya a las 5.30 de la tarde la noticia era cierta: Manuel Rosales había llegado al aeropuerto, pero una comisión del Sebin lo abordó, detuvo y montó en una avioneta para llevarlo a Caracas.
Cabe destacar que el exgobernador fue acusado por la presunta comisión del delito de enriquecimiento ilícito, a raíz del informe presentado por la Contraloría General de la República el 19 de julio de 2007, luego de la investigación realizada entre 2002 y 2004 a la declaración jurada de patrimonio, mientras este ejercía su cargo de gobernador.
De regreso a la tarima, se apreciaba el pueblo impaciente y caras largas, silencio y sensación de molestias en los miembros de los partidos que habían asistido al sitio.
De pronto una voz femenina, esposa de algún político, dijo alterada al grupo de periodistas: “Qué hacen aquí, vayan al aeropuerto, a Manuel lo tienen en el avión, se lo van a llevar detenido, no vendrá”.
Esa voz corrió como pólvora encendida por todo el lugar, la tarima y el resto de los que estaban en medio del sol. Desde una vista panorámica solo podía apreciarse la cantidad de ciudadanos que sacando el teléfono de sus bolsillos trataba de ingresar a las redes sociales para obtener la “veracidad” de la noticia.
5.45 de la tarde, ya no quedaban dudas, los principales portales de noticias de la ciudad y el país tenían como tema principal la detención de Manuel Rosales.
La alcaldesa Eveling de Rosales juró junto a los presentes que votarán el 6 de diciembre a favor de un “cambio”. Foto: Valeria Landazabal
A las 6.00 de la tarde llegó Eveling Trejo, esposa del exgobernador y alcaldesa de Maracaibo a la tarima, con la cara hinchada por las lágrimas derramadas, semblante de tristeza, rabia y decepción, todo oculto bajo una sonrisa porque los seguidores del partido la esperaban.
En pocas palabras la alcaldesa dio la noticia al pueblo con lágrimas en su rostro que limpiaba con un pañuelo blanco.
Decenas de personas, en su mayoría mujeres, se sumaron al llanto, gritaban consignas como “Manuel, Manuel, el pueblo está contigo”.
En medio de su corto discurso, la alcaldesa aprovechó para recordar las votaciones del 6 de diciembre en las que la oposición espera tomar ventaja en las butacas de la Asamblea Nacional y juró junto a los simpatizantes presentes que lucharán para que nadie se quede sin votar en las parlamentarias.
6.45 de la noche, la calle 72 ya estaba despejada, muchos decidieron irse a sus hogares sumergidos en la decepción, los que quedaron se fueron a la Basílica de Maracaibo a elevar oraciones a Dios y a La Chinita por el dirigente de UNT.
Manuel García
Fotos: Valeria Landazabal
Noticia al Día