La primera hipótesis que se manejó luego de que un par de sujetos irrumpiera en una vivienda del sector La Plaza de La Cañada de Urdaneta y asesinara a balazos a un comerciante de origen italiano que junto a amigos celebraban el Día de Las Madres, fue la resistencia a un vulgar robo, pero al parecer el verdadero móvil del suceso fue un crimen por encargo.
Cerca de 10 personas que se encontraban reunidas en la casa 4-07 de la calle 6 con avenida 2 del sector La Plaza, fueron testigos de lo que ocurrió. Desde las 11:00 de la mañana la casa de Lino Morales, un vendedor de quesos, congregó a parientes y amigos. Entre estos se encontraba Claudio Daniel Spagnoli Bolognaní, un inmigrante italiano de 60 años que llegó joven a Venezuela y que hoy en día es padre de dos hijos y se dedica a la venta al mayor de pinturas para autos a ferreterías.
Con quienes compartía los consideraba casi sus familiares sanguíneos. Religiosamente, cada domingo, Claudio llegaba a La Cañada de Urdaneta a compartir. Ayer no fue la excepción y la celebración del Día de las Madres fue un motivo aún más especial para irse de su casa en Maracaibo hasta la tierra de Urdaneta.
Cuentan que Spagnoli salió en un taxi de su apartamento ubicado en la avenida La Limpia, frente al cementerio Corazón de Jesús, hacia la casa de Lino, a quien consideraba como un tío.
Eran las 8:00 de la anoche y algunas mujeres sugerían que deberían terminar el festejo. Los hombres se divertían tomándose algunos tragos y querían continuar con la farra. Media hora después, sin que nadie se lo imaginara, un sujeto joven irrumpió en la residencia apuntando con una pistola. Anunció a viva voz que era un atraco. Sin embargo, sólo se apoderó de cuatro teléfonos. Seguidamente mandó a apartar del grupo a Claudio Daniel y este siguió al pie de la letra la orden del pistolero. Sin que lo obligaran, llevó sus manos a la cabeza y se colocó mirando a la pared, relató uno de los testigos. Dominando toda la situación el hombre armado le preguntó su nombre en dos oportunidades, por lo que Claudio Daniel Spagnoli Bolognani le contestó en igual número de veces. Fue suficiente para que el presunto atracador le disparar en seis oportunidades a corta distancia. Cinco de los proyectiles se le alojaron al italiano entre la espalda y la cabeza, suficiente para que se desplomara al suelo. El sexto disparo rebotó en la pared y en la continuación de su recorrido alcanzó en el glúteo derecho a Corina Paola Ocando Ocando (44), vecina del sector que se había sumado al grupo.
El pistolero no tuvo problemas para huir, pues lo esperaba un hombre igualmente joven en una moto listo para arrancar. Mientras estos se perdían en calles oscuras de la zona, Claudio Spagnoli fue llevado al hospital Concepión I, pero llegó sin vida.
Una dama que se encontraba entre las víctimas aseguró que al sexagenario no le quitaron ni su teléfono. Todo ello les ha hecho pensar a quienes presenciaron el atroz homicidio que se trató de un asesinato por encargo. Sin embargo, no se explican por qué ocurrió, pues Claudio Spagnoli era un hombre sin problemas con nadie, dedicado a su trabajo, su familia y sus amigos.
Les tocará a funcionarios de la División de Homicidios del CICPC-Zulia esclarecer el móvil de este homicidio donde parecer haber “gato encerrado”.
Fotos: Rafael Bastidas
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