María Bermúdez, trabajadora de mantenimiento de la Granja Tibuchina. Fotos: William Ceballos
Si algo caracteriza al zuliano en general es su “gusto hondo” a la hora de festejar, de disfrutar sus vacaciones o días festivos de cada año. “Quedémonos un día más; mañana nos excusamos con una constancia médica”, es una de las peculiares frases que -casi siempre- expresan los más rumberos del grupo horas antes de que terminen los festejos. Sin embargo, para asombro de algunos, en estos carnavales no hubo tal exceso de celebración.
En un recorrido efectuado esta mañana en La Guadalupana, complejo recreacional al que acostumbran a ir los maracaiberos en días festivos, se constató que todas las granjas estaban desoladas.
El parcelamiento recreacional “El Bosque” es uno de los sitios de la región más visitados por los marabinos al momento de disfrutar cada año. Esta temporada de carnaval, dicho complejo no contó con la misma concurrencia de otrora y, las personas que sí asistieron a las “granjas”, abandonaron el lugar más temprano de lo normal, tomaron previsiones y se fueron a sus casas a descansar para comenzar lo más pronto posible una nueva jornada de labores diarias. Una actitud que no es muy común del zuliano y sí de personas mucho más estructurales.
“Este año, a diferencia de otros, no vino mucha gente a festejar. Y los que sí vinieron se fueron como a las 3.00 de la tarde”, expresó María Bermúdez, trabajadora encargada del mantenimiento de la granja “Tibuchina”.
Juan Llorente, otro trabajador de dicha granja, manifestó lo que pudo haber ocurrido esta temporada de carnavales: “Lo que pasa es que para este fin de semana largo, los horarios eran de 8 am a 6 pm; no tenían tantas horas de disfrute”.
Sin embargo, Luis Padilla, trabajador de la granja “Doña Amelia”, fue mucho más allá: “Algo ocurrió. Porque si bien la hora de salida era a las 6.00 de la tarde, los visitantes podían solicitar extender su estadía con el horario de 8 pm a 6 am”, concluyó.
Granja Doña Amelia. Foto: William Ceballos
Lo cierto es que a diferencia de otras épocas, por una u otra razón, el marabino no exageró al momento de celebrar, no sacó provecho de sus ventajas en los festivos; todo lo contrario: “se recogió temprano”, fue responsable y ahora se encuentra en su tradicional día a día, esperando con ansias la Semana Santa, su próxima oportunidad de festejar con los seres queridos.
Granja El Rey David. Foto: William Ceballos
Granja Doña Amelia. Foto: William Ceballos
Granja Doña Amelia. Foto: William Ceballos
Granja Doña Amelia. Foto: William Ceballos
Luis José Villasmil / Pasante
Fotos: William Ceballos
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