Pasada las doce del mediodía de ayer lo encontraron en la enramada de la casa donde habitaba, en la avenida 3 del popular sector de Santa Lucía de Maracaibo.
Ángel Armando Nobriga Wever era su nombre. Tenía 37 años y todos lo llamaban “El payaso tuti”, era su nombre artístico. Casi a diario se ponía su atuendo de payaso para hacer malabarismo en semáforos, principalmente en 5 de Julio y Bella Vista.
El domingo no salió y notaron su ausencia. Detectives de la policía científica no dijeron quien lo encontró pero el caso es que lo hallaron ahorcado en la enramada de la residencia en un claro acto de suicidio.
Las indagaciones hechas por los de homicidios del CICPC revelan que Ángel Armando tenía un gran problema depresivo. Sus sonrisas al parecer eran parte de la utilería en sus menesteres de payaso malabarista pues ya en su casa pasaba ratos de depresión. La causa?, la oposición que mantenía su expareja para que pudiera ver a sus dos hijos.
Presuntamente todo deriva por el vicio a las drogas que tenía Nobriga. Ello lo llevo a rehabilitarse hasta el punto de permanecer un año en uno de esos centros en el Junquito cerca de un año. Parece que no le sirvió de mucho y volvió a caer en ese oscuro mundo.
Noticia al Día