Familiares de la pareja asesinada al oeste de Maracaibo. (Foto: Kitsson Barrios).
Los múltiples tiros que se escucharon la madrugada de este jueves en el barrio El Hatillo estremeció a todo el oeste de Maracaibo. A las 3:00 am eran masacrados a tiros en la cabeza una mujer embarazada, su hijo de 4 años y su esposo.
El silencio y la tranquilidad se rompió para la familia de Alberto Sulbarán Méndez, un albañil de 26 años que se ganaba la vida con lo que consiguiera en el día, tenía una familia que mantener, dos hijos, Cristian de 4 años y un bebé de 1 año, además venía otro en camino.
Él vivía desde hacía tres años en un rancho de latas a medio construir con Zaida Ortega, de 23 años. La casita empezaba a agarrar forma poco a poco, contó un familiar de Sulbarán.
“Él marañaba (trabajos eventuales) por ahí, era albañil pero hacía lo que saliera, más bien cocinaba en mi casa que está al lado, porque estaban reuniendo para comprar una cocina”, dijo la madre, Yasmín Méndez.
Cuenta la progenitora que como a las 3.00 de la mañana escuchó golpes en las paredes de latas de su hijo y le dio miedo salir. “Creo que escuché tiros pero no me atrevía a ir para allá, no sabía qué pasaba, sin embargo, me asomé cuando se calmó todo y vi a varios tipos alumbrando el patio de mi hijo con celulares, esperé que se fueran y corrí a la casa de Alberto y la puerta estaba abierta, al entrar vi ese desastre y me atribulé y comencé a gritar por ayuda, mi nieto Cristian también estaba muerto, el único que se salvó fue el bebé y quedó encima de su padre muerto”, agregó la mujer en un mar de llanto.
El bebé quedó al cuidado de su abuela y unas tías.
La noticia corrió como pólvora y ya medio barrio estaba frente a la casa de Sulbarán, sin entender por qué el ensañamiento con el inocente niño y la mujer embarazada con cuatro meses de gestación.
El olor a sangre se sentía en la trilla que pasa por la improvisada invasión. Todos comentaban el horror que pudo haber vivido el niño y su madre.
Otro familiar de Sulbarán intentaba descifrar el hecho. “Él una vez estuvo preso, pero por riña, y que sepamos no ha tenido otros problemas, no sabemos quién o quienes hicieron esto”, apuntó.
A media mañana ya la sangre seca que quedó frente a la puerta de los Sulbarán era removida por algunos vecinos para disipar la escena de horror y muerte que vivió la joven pareja.
Más de 20 funcionarios del Cpbez llegaron al lugar para resguardar la escena del crimen. A su llegada, el Cicpc entrevistó a varios familiares para dar inicio a las investigaciones.
Una fuente policial informó que aún no se ha determinado el móvil del triple homicidio, que pareciera apuntar a una presunta venganza, sin embargo, los sabuesos sólo aportarán el informe oficial cuando tengan los resultados de las investigaciones.
Fotos: Kitsson Barrios
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